Con ella siempre hay algo


Bueno mi vida es un ir y venir de situaciones de las más locas que se pueden vivir. No fue hace más de quince años que de muy joven tuve mi propio negocio, exitoso bar que muchos momentos creó para diversos clientes o más bien amigos. Si sin ir más lejos el noventa por ciento de la gente que conozco de esa época hizo su vida en matrimonio gracias a los locales que teníamos con mis dos socios en los años noventa.
Bueno, lo increíble de esos tiempos que si bien éramos revoltosos la vida fue muy acelerada donde todos comenzamos con nuestros amorcitos de peques, esas novias eternas que uno tenía en esos tiempos de inocencia. Donde había que tener tu sweethart y moverse en un círculo social de reducidos amigos los cuales siempre eran los mismos con similares cuentos eh historias.
Fue el apocalipsis de los noventa, el bar lleno en pleno Vitacura y llega una más en esta historia, esa que siempre hay algo. ¿Se han fijado de que siempre pasa? Siempre tenemos esos amores imposibles de controlar, donde conoces a una No pérfida perfecta que tiene todo lo que debe tener, pero terminas con una relación de pasión desenfrenada y ni siquiera sabes porque pero cuando quieres dar el paso a ser pareja de verdad, no quieres saber nada de ello, te confunde y desencaja tu mundo a sabiendas que tal vez es la indicada.
Bueno eso me pasó más de una vez, pero fueron un par las que hicieron de esas historias, reales academias de encrucijadas, a eso mezclemos el alcohol, la música y esa leve fama que guarda para los que trabajan de noche, esa sensación de poder, tener control de la diversión en tus manos, esa necesidad imperante de levantar el ánimo a todos los que vienen llenos de momentos malos por culpa de la semana tediosa de trabajo. Bueno, todo eso provocaba momentos de mucha locura los cuales eran muy divertidos, había veces que te la pasabas escondido tras bambalinas con despedidas de solteras gigantes que se tomaban el barco a la fuerza. Donde cualquier aparición corrías graves peligros, amigos y peligrosas, porque algo que aprendí en mi vida es que no hay nada más peligroso que ser el que le entrega el alcohol a un grupo grande de mujeres.
Puedo darles las etapas:

Etapa 1 Coordinando:
Ellas coordinan arriendo del sector a utilizar, llegan en grupos pequeños observando todo rincón y personaje a su alcance. Se ponen de acuerdo como sentarse y dividen muy bien la cuenta de entrada eso queda clarísimo más que con los hombres. Un champagne primero y varios pisco sours todas muy ordenaditas, solamente coordinando.
Etapa 2 Rezagadas:
Ellas ya entraron a estar cómodas y comienzan los encuentros entre ellas, en cosa de segundos ya están las más aceleradas apurando la tomatera para celebrar con un poquito más escándalo y empiezan a solicitar tragos más fuertes. Comienzan a llegar las rezagadas y ya con el aperitivo encima, los gritos son ya un poquito más fuertes.
Etapa 3 Motores prendidos:
Aquí ya empezaron los cánticos, gritos y baile un poco provocativo la cual las más joviales suelen desarrollar los momentos más encendidos.
La inteligencia del Dj es elemental pero si es certero con las canciones que tiene que poner Troya ya debería estar ardiendo. En esta etapa por lo general para el garzón si es hombre ya corre peligro. Para que hablar del dueño menos si es joven y amigos de las comensales. Ósea, arranca o serás devorado en cosa de segundos.

Etapa 4 Leonas al ataque:
En esta etapa las leonas que suelo llamar a las más rápidas para cazar a su presa, ya tienen la selección de la noche y se llevan con mucho recelo su presa para ser devorada en los distintos parajes de la ciudad que ya tienen muy bien identificados.
Quedan las palomillas más suaves a la espera de hombres reales listos para armar la familia que buscan. Estas por lo general llegaban solas a sus casas pero con buenas copas encima y con una garganta bastante más desgastada.
Etapa 5 Cierre de la Cuenta:
Por lo general a estas horas quedaban las más aplicadas con unas copas de más pero con todo saldado, pero muy preocupadas de tener todo bien claro ¿quién se debe qué? Estas ya no les interesaba tener una presa, su orden era más categórico pero podrías llegar a ligar con una y por lo general eran chicas bastante buenas.

Bueno a mí en una de esas oportunidades me tocó una leona, esas que uno sabe que son mujeres que
saben lo que quieren y son voraces. Que no alcanzas a decidir nada cuando ya eres su presa. Amigos eso me tocó en esta oportunidad donde de presa si bien fui absorbido por la bellísima leona, esta fuerza le duro poco, porque en cosa de segundos se activó el león el cual siempre hace de las suyas y se impone cuando debe.
Pero en esta oportunidad era distinto, las fuerzas internas de esta mezcla eran peligrosas era un verdadera batalla de felinos donde el sometimiento a tajantes movimientos de placer eran escandalosos, dando una notoriedad absoluta a todo otro animal nocturno que nos estuviera observando.
Amigos era una leona especial, con ella siempre habría algo, pasaron los años y cada vez que nos encontramos pasaba lo mismo, los felinos se enfrentan y provocan desastres de pasión lo cual crea una fuerza superior que los obliga a no estar juntos.
Bueno, no se a los demás pero como ella sólo ha habido dos en mi historia, donde las confusiones siempre fueron desbordadas por el destino impidiendo todo tipo de unión, lo cual habría sido lo más razonable, cuando uno siente algo tan extrañamente especial en un relación como esa.

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